A mediados del siglo XX, se produjo un fenómeno único. Un desgarbado sueco, a punto de cumplir cuarenta años, comenzó un período de producción cinematográfica sin precedentes. Entre 1957 y 1963, filmó algunos de los más grandes clásicos de la historia del cine, produjo varias creaciones teatrales para las tablas y la radio, y dirigió seis películas para televisión. En el mundo del cine, Ingmar Bergman es un personaje único e inimitable.

El joven librero Xiao Shuai (Jiang Wen) se vuelve loco de deseo por An Hong (Qu Ying), una mujer bella, liberada y sexy, pero ella le ha abandonado y ha comenzado a salir con el dueño de un club nocturno, un nuevo rico de gran influencia social pero con el que no conviene llevarse mal por sus contactos mafiosos. Lao Zhang, un investigador de un Instituto, se ve mezclado accidentalmente en los conflictos de Xiao, obsesionado con recuperar a su amor.

Un des généraux de l'empereur Qin (Zhang Yimou) tombe amoureux d'une concubine (Gong Li). Lorsque cet amour est découvert, les amants n'ont d'autre choix que se donner la mort. Mais avant de mourir, la concubine parvient à remettre à son amant une perle d'immortalité destinée à l'empereur. Au vingtième siècle, dans les années 30, le guerrier est réveillé par des pilleurs de tombes. Ils sont accompagnés par une jeune actrice écervelée qui ressemble à l'amante du guerrier.

En los años sesenta, el cineasta sueco Ingmar Bergman (1918-2007) construyó una casa en la remota isla de Fårö, situada en el mar Báltico, a ochenta millas náuticas de la costa este de Suecia. Dejó Estocolmo y se fue a vivir allí. Cuando murió, la casa fue preservada. Un grupo de cinéfilos muy especiales, procedentes de todo el mundo, han viajado a Fårö en busca del genio y de su legado. (Versión editada de la miniserie sueca «La videoteca de Bergman», 2012).