Un comandante amigo de Chabelo y Pepito les pide que lo ayuden a descubrir una banda que rapta niños. Ellos aceptan y se dedican a robar para integrarse a la banda. Al hacerlo descubren que la banda hipnotiza a los niños con juguetes y que luego los chicos son controlados por jóvenes y éstos a su vez por extraños de pelo largo y ojos azules.

Carlos, (Enrique Guzmán) es un ingeniero muy exitoso cuyos padres, Don Juan (Eduardo Alcaraz) y Doña Rosa (Susana Cabrera), se han empeñado en que se lleve bien con su ahijada, una estudiante de psicología, Rosita (Angélica María) cuyos padres, Don Carlos (Andrés Soler) y Doña Irene (Bertha Moss), también han planeado que ella se enamore de Carlos para que eventualmente se casen y hereden la empresa de la que los cuatro compadres son dueños.

Cuando su madre Dolores muere, Juan Preciado, hijo de Pedro Páramo, va a Comala a reclamar su herencia; pero cuando llega encuentra un lugar abandonado y siniestro, habitado por voces y susurros misteriosos…

En "Mercenarios de la Muerte" se cuenta la historia de un grupo de monjes orientales del antiguo templo de Shiolang, que tras una gran guerra contra la secta del Dragón Negro se vieron obligados a emigrar lejos de su tierra, llevando sus reliquias y tradiciones a un pequeño pueblo en el norte de México. Los años pasan y lo monjes viven en relativa paz, volviéndose parte importante de la comunidad y estableciendo una escuela donde enseñan sus artes marciales.

Ernesto Romero, un pueblerino que quiere ser cantante, llega a la gran ciudad buscando una oportunidad. Consigue una audición, pero resulta que cantar no es su fuerte. Desilusionado, sale a la calle y se encuentra en medio de una balacera entre una banda de ladrones y la policía. Al ser confundido por el jefe de la banda, es llevado a la guarida de los ladrones. Ernesto trata de escapar, pero se da cuenta que su única opción será ayudar a la policía

Fidencio Barrenillo parte hacia Arizona en busca de una vieja mina de plata que perteneció a su bisabuelo. Pero nada más cruzar la frontera es capturado por los apaches con la intención de sacrificarlo. Afortunadamente para él, el jefe de la tribu sufre un terrible dolor de muelas y ordena suspender la ejecución hasta nueva orden. Fidencio ve entonces una clara oportunidad para librarse de la muerte, y cura al jefe indio, convirtiéndose de inmediato en el hijo adoptado de la tribu. Más tarde, viajará hasta el poblado de Hot Dog Springs y se topará con más problemas. Allí le espera el malvado bandolero Pat O´Connor y su banda de pistoleros, que le darán mucho más problemas que los indios.