Diego es un director de cine muy cerca de la muerte, rodeado de personas que tienen problemas para hacer frente a su estado actual. Lo más probable es que sobreviva, pero si lo hace, significa que tiene que volver a aprender a vivir.

Basado en el cuento “Manuscrito hallado en un bolsillo” de Julio Cortázar, el director Roberto Gervitz nos propone el juego del título, llevado a cabo por Martín, pianista de un night club. Su imposible juego consiste en dibujar rutas del subterráneo de Sao Paulo en un pequeño cuaderno, tomar un tren y seguir a diferentes mujeres al azar, de llamativa belleza por lo general, para ver si alguna de ellas elige alguna de sus rutas preestablecidas. Si esto sucede, cosas del destino, aquella bien podría ser la mujer de su vida.

Un joven portugués es obligado a emigrar a Brasil a principios del siglo XX por su convicciones monárquicas. En la selva amazónica tendrá que trabajar en los cauchales del interior y enfrentarse a las extremas condiciones del entorno.

Isolda (Irene Ravache), tía de Dolores (Laura Ramos), envía a su sobrina a La Habana 5000 dólares desde su casa en Río de Janeiro, para que pueda montar el restaurante que tanto desean ambas. Dolores no sabe que los dólares viajan camuflados en el tacón de unos zapatos de baile. Los zapatos llegan a La Habana, pero son canjeados una y otra vez por diversos artículos y distintas personas, sin que nadie sepa lo que esconden en su interior. Cuando Dolores se entera, intenta recuperarlos a toda costa, revolviendo toda La Habana, ayudada por su amigo José (Jorge Sanz) un buscavidas español que se hace pasar por cubano para sobrevivir y Mercedes (María Galiana) antigua ama de llaves, diabética y algo transtornada.

Catia, una exitosa economista, tiene que repensar su vida cuando su novio Veronese, un cineasta polémico, sufre un ataque cardíaco, dejando un pasado oscuro, una casa de artículos fotográficos, algunos cortos realizados y muchos guiones en la computadora. (FILMAFFINITY)

Julius (Roberto Bomtempo) y Marcia (Maite Proença) decidierón que la lealtad no sería la base de su matrimonio. Nada de los crímenes pasionales, peleas irracionales o divorcios. La pareja sólo quería vivir, amar, crear a su hija Guida y permanecer libres. El es periodista, y ella abogada. Con el tiempo el acuerdo idealista, terminan sometiéndose a una vida "normal", pero eso no incluye la derogación del acuerdo para posibles actividades extra-maritales. Marcia le confiesa dice Julius que ha tenido relaciones sexuales con un cliente. Incluso frustrado, él acepta, en ejercicio de su tolerancia. Poco después, Julius se encuentra con un amigo de su hija, que parece ser la encarnación de sus deseos más profundos.