Gabriel Lynch (Pedro de Tavira), un sombrio supervisor de la división de impresiones acaba de solicitar el puesto de gerente, Pero sus sueños se verán frustrados cuando el puesto que creía suyo, es robado por Constantino (Giuseppe Gamba) - un junior cuya única gracia, es ser el hijo de alguien importante dentro de la compañía. A partir de este momento, Gabriel dejará de ser un oficinista más, para ejecutar una venganza, que cambiará el destino de todos para siempre.

Una pareja se separa, y luego de un tiempo la mamá de él, la contacta a ella para decirle que su hijo se casará con una especie de bruja.

Cuando Cindy decide que no quiere casarse con su novio, corre a la Ciudad de México, donde nuevas amistades y caminos inesperados le enseñan que hay muchas más posibilidades en su vida y su talento de lo que imagina.