"Felices los que lloran" relata la historia de Juan, un chico de 19 años proveniente de una familia adinerada, inmerso en la disyuntiva de elegir un camino que seguir en su vida. Ante las presiones de Ricardo, su padre, Juan se quiere marchar de la casa motivo por el cual acude aEmilio, su amigo, quién le ofrece una alternativa de ganar dinero rápido: la distribución de drogas. A partir de ese momento, la historia empieza a desencadenar una serie de situaciones dramáticas como consecuencia del vínculo que Juan creo con una banda de narcotraficantes de los bajos fondos de la ciudad. Sin embargo Jose, un chico humilde que se ganan la vida reciclando la basura, y Mario María, un peculiar cura de barrio atraviesan esta historia convirtiéndola en un mensaje de esperanza y amor desinteresado.

Juan (Mario Casas), preso en tercer grado y padre de familia, logra un permiso para asistir a la comunión de su hija en Sevilla. Pero la muerte accidental de la niña destapa todo un entramado de corrupción policial y narcotráfico, y el caso acaba en manos de Eli, una inspectora que tendrá que lidiar con los recelos de un sector de la policía y del padre de la pequeña, que quiere tomarse la justicia por su cuenta.

Un niño que ha escapado de su pueblo escucha los gritos de los hombres que le buscan. Lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente del infierno del que huye. Ante el acecho de sus perseguidores al servicio del capataz del pueblo, sus pasos se cruzarán con los de un pastor que le ofrece protección y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.