Escritor que no publica, escultor que no expone, cineasta que no hace películas... aficionado de todo y profesional de nada, vive en una buhardilla que compendía todo su rollo. Su hija, de la que está al cuidado, ante el escándalo de sus familiares, es la única que lo comprende. Un productor cinematográfico al que bombardea con una sinopsis diaria, a cada cual más extravagante, le reprocha su fantasía y le reta a que durante 24 horas observe atentamente lo que ocurra a su alrededor, para comprobar que todo lo que sucede obedece a una lógica rigurosa.

Dos amigos y sus respectivas parejas, deciden dar un giro a la rutina de sus vidas y se toman una noche de "locura y desenfreno", pero los acontecimientos de esa noche les marcarán y modificarán sus relaciones de amistad y su propia vida sentimental.

Victoria es el inicio de una ambiciosa trilogía que retrata una parte de la historia de Cataluña de principios del siglo XX. En plena primera guerra mundial, Barcelona es el centro de múltiples operaciones relacionadas con la guerra, aunque España es un país neutral. Jaime Canals, un obrero anarco-sindicalista está totalmente entregado a la lucha de su clase. La relación con su compañera María se ha deteriorado tanto que ella decide casarse con un ex-compañero de Canals que se ha apartado de la lucha.

El consorcio del pueblo aprueba, a propuesta de su Alcalde, encargar a Ramón, un escultor arruinado, una estatua ecuestre de Franco. Luis, uno de los concejales, visita a Ramón y le propone el encargo, que Ramón rechaza por motivos ideológicos, pero después de meditarlo lo acepta ya que no existen estatuas ecuestres de mármol. Cuando finalmente Ramón termina la estatua, todo el consorcio opina que ya pasó el momento de inaugurar una estatua de Franco. Para contentar a Ramón aprueban la realización de una nueva estatua. Esta será dedicada a la democracia.